Si estás en plena búsqueda de trabajo espero que, con suerte, estés haciendo un montón de entrevistas. O al menos algunas, las necesarias para ir manteniendo la ilusión y la motivación durante este proceso de incertidumbre. Te enfrentas a dos posibles escenarios: el sí y el no. Y hoy nos vamos a centrar en esta segunda posibilidad, porque es importante saber cómo afrontar el rechazo durante la búsqueda de empleo. Y hacerlo bien depende de ti y de tu actitud.
Aunque de lo que se trata es de que te conviertas en el candidato ideal para ocupar ese puesto, lo cierto es que alguien tiene que ser el elegido, y puede que, en esta ocasión, no seas tú. Lo primero que has de tener en cuenta es que no pasa nada, que no se acaba el mundo, y que hay muchos motivos por los que esa determinada empresa no desea contar contigo, pero también hay muchas razones por las que otra lo está deseando. Esa es la que debes encontrar.
La clave está en no rendirse, a pesar de que en un primer momento te puedas llevar una desilusión, pero has de seguir adelante en esa búsqueda. Quizá ese rechazo significa que te espera algo mejor.
Consejos para superar el rechazo laboral
Vale. Ha sucedido. Has recibido esa llamada o ese correo electrónico que te avisa de que no continúas en el proceso. Lo primero que has de hacer es reflexionar sobre qué ha podido suceder y corregir el posible error para la siguiente entrevista. Si tienes claro dónde has podido fallar que haya ocurrido esto te va a ayudar a prepararte mejor tu candidatura en próximas ocasiones, a mejorar tu currículum o tu carta de motivación.
Con un poco de suerte, la persona que te comunique esta información te hará algunas observaciones sobre qué ha motivado esta decisión; debes tenerlas en cuenta y tratar de ponerles remedio. Por ejemplo, quizá se trate de que te falta alguna habilidad concreta para ese puesto, o una determinada formación o certificación, así que toca ponerse a la obra para obtener aquello que te falte y que te puede servir en una futura entrevista. Y si ves que no te explica demasiado, pregunta educadamente sobre qué ha motivado que no seas la persona escogida.
No te lo tomes como algo personal. Simplemente tu perfil no encaja, te falta experiencia, quizá algún curso extra o tal vez lo tengas todo, pero hay alguien que, por el motivo que sea, se adapta al puesto mejor que tú. Analiza cuáles pueden ser los puntos de mejora para siguientes ocasiones, y si observas que este rechazo se produce de forma continuada será momento de hablar con tu familia o tus amigos para ver si pueden arrojar algo de luz sobre lo que puede estar pasando.
No eches la culpa a los demás. Ni a ti mismo ni a los demás. Reflexiona sobre por qué se ha producido este rechazo durante tu proceso de búsqueda de trabajo y trabaja para mejorar para cuando tengas que hacer otra entrevista. El enfoque siempre debe estar en positivo y, por supuesto, nunca reacciones mal ante la persona que te comunica esta decisión.
Ante el rechazo en una entrevista de trabajo, busca soluciones
No hay lugar para lamentaciones. Te da rabia, te gustaba ese puesto, pero ha llegado un no, y no pasa nada. Has evaluado las razones que han podido llevar a esta situación, ya ahora es el momento de centrar toda tu energía en continuar buscando empleo.
Mejorar la actitud después de un rechazo en una entrevista de trabajo te ayudará a incrementar las oportunidades de encontrar ese empleo perfecto. Que ninguno lo es, pero tal vez ese no lo era para ti, y hay otro mejor esperándote. Mantén el foco en tu objetivo y no dejes que esto haga que te vengas abajo.
Si este rechazo ha podido deberse a que te faltaba alguna habilidad o aptitud, estás a tiempo de solucionarlo. Busca formación, haz un curso o sácate esa certificación que tal vez se convierta en la ventaja competitiva frente a otro candidato en el siguiente proceso de selección.
Incluso piensa si tal vez la presentación de tu candidatura no fue la acertada y puedes hacer un diseño de currículum más creativo. Vuelve a leer tu carta de presentación y observa si es posible mejorar su redacción o incluir algún otro párrafo en el que cuentes de una forma más atractiva tus logros y capacidades.
Lo importante es no recrearse en la pena ni sentirlo como un gran fracaso, debes afrontar el rechazo durante la búsqueda de empleo con una actitud positiva y proactiva, mandando más currículums a otras ofertas que te resulten interesantes para tu futuro profesional. Toca superar esta situación convirtiéndola en una oportunidad para aprender, para avanzar y para crecer.