Tanto si estás estudiando como si estás trabajando la concentración es fundamental. Necesitas poner toda tu atención en aquello que tienes entre manos, y la verdad es que no siempre es fácil. Estamos rodeados de ladrones del tiempo que nos despistan y nos hacen perder unos valiosos minutos. Por eso, es imprescindible saber cómo mejorar la concentración ya que, después, nos puede costar un montón volver a ese estado inicial.
Hoy quiero mostrarte 5 pasos que te ayudarán a mejorar tu concentración. Conseguirás trabajar o estudiar de una manera más productiva y eficiente gracias a estas herramientas que, como vas a ver, son muy fáciles de aplicar. Y cuanto más concentrado estés, mejor rendirás, mejor llevarás a cabo tu trabajo o mejor estudiarás.
Si notas que has pedido el foco haz una de estas cinco cosas, o las que sean, y ya verás de qué forma tan sencilla lo vuelves a recuperar. Personalmente, a mí me funcionan muy bien. Prueba y me lo cuentas 😉
La importancia de la respiración para la concentración
La respiración es un acto involuntario. No le prestamos ninguna atención y es algo que siempre está ahí. Si notas que tu cabeza anda dispersa y no te está cundiendo lo que estás haciendo, para un momento y toma conciencia de tu respiración. Cierra los ojos y haz una respiración profunda, lenta, comenzando por el abdomen, siguiendo por las costillas y terminado en el pecho. Expulsa el aire de nuevo comenzando por abajo, hacia arriba. Muy despacio.
Haz estas respiraciones profundas durante unos tres minutos y notarás cómo tu cuerpo está más relajado. Han desaparecido las tensiones y de nuevo has centrado tu mente. Fijar tu atención en la respiración nos ayuda a volver al momento presente.
Cómo mejorar la concentración: centra tu foco en una sola tarea clave
Si quieres trabajar tu concentración y no perderla durante tu trabajo o tu tiempo de estudio debes evitar hacer muchas cosas al mismo tiempo. Céntrate solamente en una, en esa más importante que tienes que realizar ahora. Hazla. Y pasa a la siguiente. Y así una tras otra. La multitarea puede tener efectos nefastos para la calidad de nuestro trabajo y de nuestro estudio. No hay necesidad de poner en riesgo esto, ¿no crees?
Lo que necesitas es tener claro el foco, no tener muchos frentes abiertos porque, en realidad, no te estarás concentrando verdaderamente en ninguno.
Las distracciones, las grandes enemigas de la concentración
Los ladrones del tiempo que comentábamos antes. Es aquello que nos hace distraernos mucho más de lo que pensamos. Debes eliminarlos completamente, están a tu alrededor y quizá no te estás dando ni cuenta. Para empezar, apaga el teléfono móvil. O déjalo lejos, en silencio. Cualquier sonido hará que pierdas la concentración al momento. Además, evitarás tentaciones de mirarlo y consultar las redes sociales o el Whatsapp. Siempre te lo digo, y te lo repito: todo seguirá ahí cuando lo cojas una vez hayas terminado.
Para el ordenador existen aplicaciones que bloquean el acceso a determinadas páginas durante el período de tiempo que tú le digas, así que si necesitas estar concentrado al máximo bloquea tu correo y tus redes sociales para que no haya nada que te moleste o, una vez más, no haya tentaciones de estar consultándolo casi constantemente.
Nuestro cerebro tarda 20 minutos en volver a concentrarse tras haberse distraído. ¿No te parece un tiempo demasiado valioso como para perderlo?
El entorno te ayuda a estar concentrado
Trabajar en un ambiente desorganizado no ayuda en nada a tu concentración. Más bien todo lo contrario: el desorden físico que nos rodea puede causar también cierto caos en nuestra cabeza. Así que intenta que tu lugar de estudio o trabajo esté lo más limpio y organizado posible; coloca en su sitio esos libros que siempre rondan por tu mesa, guarda en un cajón los papeles que ya no necesitas y despeja tu área de trabajo para despejar, en consecuencia, tu mente. Cuéntame si ahora te concentras mejor.
Además de tu mesa, comprueba el resto del entorno en el que estás trabajando o estudiando. Observa si te encuentras cómodo con una postura correcta para estudiar, si la habitación está bien iluminada y ventilada, si la temperatura es adecuada… Todo ello te ayuda a estar más o menos concentrado, ya que unas adecuadas condiciones externas contribuyen a que te sientas mucho más a gusto con lo que estás haciendo, fijes tu atención y seas más productivo.
Acuérdate de descansar
Para estar más concentrado es necesario darle a tu cerebro pequeños descansos. Nuestra mente no puede mantener el mismo nivel de alerta durante todo el tiempo, por eso, es importante que descanses, sobre todo si la tarea que estás haciendo es larga y tediosa. Levántate de la silla, camina un poco, haz algunos estiramientos… Se trata de coger fuerzas para continuar con lo que estabas haciendo con más energía y una renovada concentración.