Nos acercamos a septiembre, ese mes que, junto con enero, se convierte en momento de realizar buenos propósitos. ¿Pero los sigues cumpliendo en octubre o te olvidas de ello rápidamente? Se trata de que esas intenciones no se queden en meros deseos y que, de verdad, los termines haciendo realidad durante el resto del año, hasta que se conviertan en un hábito.
Comer mejor, hacer ejercicio, estudiar un idioma, ir al día con los apuntes, no faltar a clase… Son algunos de los propósitos más recurrentes a comienzo de curso. Hoy vamos a ver 5 consejos que te van a ayudar a cumplirlos. Necesitarás fuerza de voluntad y constancia. Una vez que los hayas interiorizado, serán parte de tus rutinas.
- La motivación es fundamental. Se trata de tener actitud, imprescindible al comienzo. Busca para ello algo que te motive a realizar ese propósito: «cuando termine de estudiar este tema veré un capítulo de mi serie preferida o me comeré un helado». Lo que sea. Dicen que si haces algo durante 21 seguidos lo conviertes en un hábito. Prueba.
- Debes dividir tu propósito general en pequeñas acciones. Por ejemplo, si quieres practicar deporte no te apuntes a un gimnasio y vayas a todas las clases y pruebes todas las máquinas de la sala, o salgas a correr 10 kilómetros el primer día. Ve poco a poco y márcate una meta realista y que puedas cumplir. No se trata de fantasear a lo loco y ponerte un objetivo muy grande, puesto que será más fácil que te frustres si no lo logras y termines abandonando.
- Sé coherente. Si quieres comer más sano no compres chocolate, si quieres hacer ejercicio prepara la ropa y la bolsa el día de antes, si quieres estudiar con regularidad tus apuntes no quedes todas las tardes con tus amigos. No seas tu propio freno.
- Encuentra una razón. No se trata solamente de hacer una lista de propósitos (te recomiendo que los plasmes por escrito) sino de saber para qué te resultará de utilidad cumplirlos. Debe ser algo que te motive, que te llene, nada de buscar razones en el exterior «porque me han dicho que hacer eso está bien», sino que deben ser tus propios intereses y valores los que te guíen.
- Sé flexible. Dentro de la constancia que debes tener para cumplir tus propósitos de septiembre debes dejar margen para la improvisación, saber adaptarte a las situaciones que quizá te hagan cambiar el plan que habías trazado. No pasa nada, reajusta tus objetivos y sigue adelante. Eso sí, que no te sirva de excusa para abandonar…
