Nadie dijo que emprender fuera fácil. Precisa de esfuerzo, de constancia y dedicación, de paciencia y de fuerza. El éxito del proyecto depende de muchos factores y los errores cometidos por el camino pueden hacernos fracasar o impedir que las cosas no salgan como esperábamos. Vamos a identificarlos para poder poner solución cuanto antes. De todo se aprende.
- No tener un plan de viabilidad o de negocio. A veces por ser demasiado farragoso o por pensar que no es importante el emprendedor se salta este primer paso esencial para poder saber si el proyecto tiene garantías de salir adelante.
- No conocer los puntos fuertes. Es fundamental que descubras cuáles son los puntos fuertes de tu negocio y los tuyos propios como emprendedor, para sacarles el máximo partido y poder cambiar el foco en el caso de que algo no esté funcionando como debería.
- No apostar por la formación. Todos tenemos mucho que aprender. Aunque nos avalen años de experiencia en el sector, a la hora de emprender estás solo ante tu proyecto o negocio y debes dar lo mejor de ti mismo, reciclarte y mejorar tus conocimientos y habilidades. Hazlo de manera continua, verás cómo tus clientes aprecian este esfuerzo y tú mismo cada vez te sientes más seguro y con ganas de crecer.
- Hacer una mala elección de los socios. No te dejes deslumbrar por promesas y palabras. Es fundamental que encuentres personas competentes y profesionales, capaces de aportar valor al proyecto, con contactos y con las que te resulte fácil colaborar.
- No ser flexible. Cuando eres emprendedor la flexibilidad es una cualidad que debes tener y trabajar constantemente. No puedes estar cerrado a prácticamente nada, ni pensar que aquello que vas a lanzar va a ser un pelotazo porque quizá luego no sea así y llegue la frustración. Mantén la mente abierta y ve adaptándote a lo que el mercado y tus clientes van pidiendo.
- Descuidar tus contactos. El networking es imprescindible en el mundo emprendedor. Nunca sabes en qué momento puede surgir una oportunidad, una colaboración. No descuides tu red de contactos y acude siempre que puedas a encuentros, charlas, conferencias o congresos en los que puedas conocer y encontrarte con personas que puedan aportar valor a tu proyecto.
- No aprender de los errores. Todos cometemos errores. Es normal cuando se empieza algo, y cuando se continúa. Es normal cuando se quieren hacer bien las cosas y es normal cuando, simplemente, se hacen cosas. Aprender de ellos es vital para no volver caer y saber levantarse cuando aparezcan.